Con este cartel de verdadero ensueño se va a realizar un mega – homenaje a una persona que representa la figura de “artista de los artistas” el tio Antonio “el Rubio”.
Multitud de artistas flamencos de primer nivel van a reunirse en honor de tan ilustre flamenco.
En el flamenco como en toda arte que se precie, se debe tener un sello propio para destacar y ser incluido en el libro de oro de la historia del imaginario popular.
Muchos/as buenos y buenas artistas no decidieron grabar ni pasar por los escenarios, permaneciendo como la buena esencia guardada en un frasco pequeño para ser solo disfrutada en los “cuartos de cabales” .
El Madrid Flamenco no se puede concebir sin el estilo de la Familia de los Rubios, Tio Antonio, sus hijos Luis , Charo y Miguel al cante, la guitarra de su Hijo Camarón de Pitita y el cante de su nieto Antonio Ingueta que recientemente publicó su disco https://tienda.deflamenco.com/es/cante-flamenco/11433-ingueta-rubio-cd.html
He visto artículos de reconociemientos que le han hecho recientemente y deseo poner en valor su vivencia como el de su homenaje hace dos años al cumplir 90 años en su Linea natal http://callereal.8directo.com/2018/05/27/tio-rubio-90-anos-sabiduria-flamenca/
El Rubio, el cantaor que no quiso ser artista
Antonio Carmona, que cumple 92 años, conquistó con su cante a La Niña de los Peines e influyó en los fandangos de Camarón, pero el patriarca de la saga de “Los Rubios” decidió vivir al margen de las tablas.
Se emociona cuando habla de su madre, Anita ‘La Rubia‘, «una mujer que hablaba hasta inglés», porque se había criado en Gibraltar. De ella, de la Línea de la Concepción, y de su padre, de Campanillas, heredó el arte de hacer canastos y el duende flamenco. «Esto es genético», dice. Y sentencia sin dudar ” el flamenco viene de los gitanos”
Con menos de diez años, actuaba en los cafés cantantes de La Línea; siendo adolescente llamó la atención de La Niña de los Peines y Pepe Pinto en la feria de Sevilla, no le llamó nunca el “artisteo” ni los tablaos.
El fandango es su palo por excelencia. Muchos artistas iban a su casa a bebe de sus arte, con sus propias letrillas, le dio un toque personal del que bebió nada menos que Camarón. «Él aprendió muchísimo de la gente de Los Rubios», asegura. Camarón fue el que bautizó a uno de los hijos de El Rubio como Camarón de Pitita (por su madre, Josefa), quien le acompaña a la guitarra cuando surge uno de esos momentos en el que se arranca con uno de sus fandangos.
INFORMACIÓN:
Príncipe de Vergara (Líneas 2, 4 y 9)
Líneas 29, 52, 15, 152, 146 y L2