Antes de proseguir con el capítulo III de cine flamenco y gitano en el cual os presentamos a Tony Gatlif con su inmensa filmografía, creemos que debemos hacer una crítica a la política de “Monsieur Sarkozy” y citar a gitanos de los cuales se enorgullece la patria gala.
Nuestra querida Francia que siempre ha representado la libertad , igualdad y fraternidad .
Luis Escudero.
‘Tony Gatlif’ (director de cine)
Tony Gatlif es otro de los que tendría todas las papeletas para verse con el cartel de ‘ilegal’ en un autobús camino a ninguna parte. Este realizador y actor nacido en Argelia pero de origen romaní no sólo no ha ocultado su etnia, sino que ha hecho de ella el ‘leit motiv’ de su cine, que explora la particular cosmovisión de este pueblo nómada y denuncia su aislamiento en guetos.
Después de vagar por París sin dinero, viviendo de la caridad, se coló en el camerino del actor Michel Simon y le convenció de su talento. Simon le dio una oportunidad y no la desaprovechó. Sus películas han retratado el drama de la inmigración en los barrios pobres de París que tan bien conoce. Destacan ‘Corre gitano’, rodada en España y nominada al premio César en 1983, y ‘Exilios’, con la que Gatlif ganó la Palma de Oro a la mejor dirección en el Festival de Cannes 2004.
Retratos de Django Reinhardt y Tristan Tzara.
- Desde Django Reinhardt hasta Tristan Tzara. ¿Los hubiera expulsado Sarkozy?
Raquel Villaécija | París
Nacieron en una caravana, en campamentos rumanos itinerantes, pero crecieron e hicieron carrera en una Francia que hoy presume de ellos. A pesar de que comparten raíces con los gitanos de los campamentos ilegales desmantelados por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, la cultura gala es hoy mucho mas rica gracias a su música, su literatura, su arte y su cine. Son embajadores de la cultura francesa, los gitanos ilustres de los que Francia no se avergüenza. El Gobierno del país puede estar expulsando a grandes artistas del mañana. Estos son algunos de los que se hubieran perdido.
Jean Baptiste ‘Django’ Reinhardt (músico)
Nacido en un campamento gitano en Bélgica, Reinhardt cumplía todos los requisitos para ser invitado a salir del país. Se pasó los primeros años de su vida recorriendo Europa en caravana hasta que su familia se instaló en un asentamiento de gitanos en las afueras de París. A los 12 años recibió su primera guitarra de regalo, que aprendió a tocar de oído, observando a los músicos del campamento donde vivía. A los 13 ya sabía de memoria gran cantidad de acordes, por lo que un acordeonista parisino, Guerino, lo invitó a formar un dúo para actuar en los garitos de la Rue Monge.
Después de un incendio en su caravana, Django se quemó la mano izquierda, clave en la digitación de guitarra. Sólo le quedaron intactos el dedo índice y el corazón. Ese problema, que haría retirarse a cualquier guitarrista, definió en cambio su sonido, entre el swing de la época y la tradición gitana europea. Junto a Hendrix, Montgomery o Paco de Lucía, un dios de las seis cuerdas. Por su influencia en el jazz francés, debería estar enterrado en el Panteón de Francia.
Tristan Tzara (poeta y ensayista)
Tristan Tzara, aparece en los libros de historia de Francia como uno de los grandes poetas y ensayistas galos. Inmigrante rumano de origen gitano, Tzara fue uno de los padres fundadores del dadaísmo (es el autor de sus primeros manifiestos) y formó parte del influyente movimiento surrealista junto a André Breton o Louis Aragon. Antes de la Segunda Guerra Mundial, conflicto en el que se enroló en la resistencia francesa, se afilió al partido comunista francés, del que fue uno de los rostros más combativos.
Gaby Jiménez (pintor)
El pincel de este gitano nacido en Francia trata de mostrar al mundo los aspectos positivos de la vida de la comunidad gitana. Surgido de la estética de las caravanas y los campamentos, su arte resulta perturbador para muchos coleccionistas y museos franceses, porque ofrece una cara B de París desconocida para muchos y alejada de los lujos burgueses. Sus cuadros denuncian la persecución a su raza desde el genocidio nazi hasta el racismo diario y la segregación laboral y social que sufren los suyos.
En 2007 Francia lo eligió como el artista representante de su país en el primer pabellón rumano de la Bienal de Venecia “como premio al papel que este pueblo nómada tiene en la historia del arte”. Un puente entre ambas culturas.
Fuente: El Mundo.es